Concebido como un objeto conceptual, su edición física se presentó envuelta en corcho, simulando el embalaje de un producto congelado o una nevera portátil.
Un gesto simbólico que representaba el proceso de descongelar las emociones, de volver a sentir tras una etapa de silencio.

En su interior, diez canciones que abren el universo de la artista: vulnerabilidad, búsqueda y transformación.

Premio ADG Laus de plata al diseño (F33) en 2020.